Nuestra tierra es heredera del arte musulmán en muchos aspectos, y también en la tradición del azulejo. De hecho, el azulejo artesano es una de las principales señas de identidad de nuestro arte y nuestra arquitectura. La decoración con azulejos tiene sus orígenes en Mesopotamia y Egipto, pueblos que ya usaban ladrillos vidriados. Esta técnica se perfeccionó con la llegada de los musulmanes, que crearon nuevas técnicas, siendo la etapa nazarí en la que el azulejo llegó a su máximo esplendor (siglos XIII y XV).
Todos sabemos la belleza que tiene el azulejo sevillano y artesano y lo versátil que es, se puede colocar casi en cualquier lugar que se nos ocurra. También sabemos que la ciudad de Sevilla está llena, repleta de azulejos que adornan nuestras calles, nuestros templos y por qué no, también nuestras casas.